Finanzas Internacionales

Crecimiento del Sector Financiero Mundial
(Beneficios y Riesgos)

Muy a diferencia de lo que sucede en nuestro país, los mercados financieros internacionales marcaron un nuevo récord el 2005. En el total de los activos financieros de la economía mundial se incluyen el valor de los mercados financieros, las deudas externas e internas tanto públicas como privadas de todos los países, además de los depósitos bancarios a nivel mundial. Todos estos instrumentos financieros alcanzaron la suma astronómica de 140 billones de dólares, de esta forma se llega a triplicar el Producto Interno Bruto (PIB) mundial. La relación entre los activos financieros globales y el PIB mundial en 2005 es de 3.16 a uno. Un año antes este mismo indicador era de 2.99 a uno y a principio de la década de los ochenta era de uno a uno. Esto demuestra una mayor dinámica del sector financiero sobre el sector real de la economía mundial.

En el informe anual de McKinsey Global Institute titulado “Los mercados internacionales de capitales”, se indica que los activos financieros en el mundo entero han crecido durante el año 2005 de 133 a 140 billones de dólares. De los cuales el 31.4% (44 billones de dólares) se encuentra invertido en acciones corporativas, un 27.1% (38 billones) están depositados en entidades financieras, otro 25.0% (35 billones) representa el total de la deuda privada mundial, mientras que el restante 16.5% (23 billones de dólares) corresponde a la deuda pública.

En nuestro país este indicador, encargado de ilustrar la profundidad financiera de la economía nacional, no se calcula. Sin embargo, de acuerdo a aproximaciones propias, el mismo varía alrededor del uno a uno, sin que se presenten indicios considerables para una mejoría en este campo. Por ejemplo, EE.UU. que cuenta con el mercado financiero más moderno del planeta, la relación de los activos financieros sobre el PIB estadounidense es igual a 4.05 veces.

Una de las virtudes del crecimiento acelerado del sector financiero es que de esta manera se logra una mayor fluidez de recursos de los ricos a los inteligentes. Así, una mayor cantidad de recursos son transferidos desde personas particulares o empresas que cuentan con más recursos que ideas hacia aquellos que por el contrario cuentan con más ideas que recursos financieros.

El crecimiento de los mercados financieros no tiene límites. Para el 2010 el valor de los activos financieros pueden alcanzar los 214 billones de dólares, lo cual representaría un monto mayor en 3.4 veces al PIB mundial. Sin embargo, este crecimiento desmedido del mercado financiero tiene sus respectivos riesgos y desventajas, principalmente para las economías menos desarrolladas del mundo. La más importante es la devaluación del dinero. Esto se explica principalmente por el manejo monetario de los bancos centrales de los grandes centros financieros del mundo. Con el propósito de no permitir el fortalecimiento de sus monedas nacionales los bancos centrales de los países desarrollados han impreso más y más papel moneda y luego estos recursos han sido introducidos al sistema financiero mundial. Por otro lado, esta liquidez extra se utiliza para financiar la deuda pública de los países dominantes. No es un secreto que los EE.UU., por ejemplo, refinancia su deuda con la emisión de nuevos certificados del tesoro, incrementando así el valor global de su deuda. Este hecho debería ser seguido muy de cerca por los responsables del manejo de la economía nacional.

Todo lo arriba mencionado nos debe llevar a la reflexión sobre el verdadero valor del papel moneda extranjero y en nuestro caso del dólar. Que respalda realmente a estas monedas. La nueva forma de dominación es exactamente esa, intercambiar papel por recursos naturales. Estos papeles al no contar con una garantía de valor sólida van perdiendo su valor. Lo que esta ocurriendo con el dólar en estos días es una prueba fehaciente de este hecho. La moneda estadounidense se ha depreciado con relación a una gran mayoría del resto de divisas del mundo. Sin embargo, nuestros recursos ya han sido transferidos al país del norte al costo de papel.

En este sentido es de suma importancia que los países sudamericanos manejemos nuestra propia moneda, a fin de que se evite el uso de monedas ajenas a nuestra región en el comercio intraregional.

Dr. Renato Eduardo Yáñez Fayad, Ph.D.

Economista

sovietbol@mail.ru

10 de febrero de 2007